::MONTHLY FEATURE:: |
FEATURE.REVIEW: Reflections on Cecilia Parsberg and her work BY Ana Valdés
|
Parsberg writes on her work: Actions are based on response and collaboration. The action includes the process - the joining of the elements and the events that take place, and the result - the work of art including its encounter with the participants and/or audience, and its connection to the original situation, the source of the work. The impetus behind actions is to consider art as a continuous source of energy and power and as a communication process, where the work does not only consist of the image, but includes and requires feedback and response. The image exist between the persons in the situation, it belongs both to the one who presents it and to the one who is represented. Its credibility relies not on the genre itself, but in the ethical codes and agreements the participating parts have negotiated. The image is activated by the artist and maybe also by the other. Look at works later than 1998 at http://this.is/parsberg Most of the works are non-comissioned, and therefore there has not been a given way for exposition, this has meant a lot for developing ways of presentation. The works are results of long processes with others and can be described as relational concepts that exist in a specific context. In some cases there has been necessary to work with information to describe the political space or room where the work has been developed and often presented. Information sites: http://this.is/Jenin http:this.is/TheWall The work with information has resulted in contact and exchange with other arenas than Fine Arts, a necessity to develop the notion of Fine Arts, it's validity and ways to value art. Ana Valdéz writes on Parsberg: En el Museo de Arte Moderno de la ciudad de Estocolmo vi su instalación llamada "Dominatrix". Allí Parsberg desarrolla su propia visión del espacio cibernético"Cyberspace does not exist as a space, it can however exist as soon as one acts". "Dominatrix" está compuesta de una entrevista en video con Jennifer, una dominadora americana que cuenta acerca de su trabajo con las fantasías de la gente, con sus necesidades de vivir una identidad más compleja que las que les es dada por su trabajo o por su entorno y por una sesión o performance en donde Cecilia Parsberg misma participa. Yo sentí que lo que Parsberg planteaba era importante, que las preguntas que ella formulaba tienen que ver con los demonios interiores y fantasmas de todos nosotros, la instalación se movía en los campos de lo simbólico y de lo sugerido, en el terreno del erotismo de George Bataille y en el campo retórico del poder como lo desarrolla Foucault o Agamben.
Tenía que ver con el poder, con la libertad de prescindir de su propio poder y entregarse a otro, sin fronteras ni límites, era una reflexión sobre el componente de poder que existe en todas las relaciones eróticas y la carga erótica de toda relación de poder. Como en la película de Liliana Cavani "Portero de Medianoche", que trata de los límites y de la posibilidad del sujeto de vivirse en otras situaciones, tanto como verdugo como como víctima. Cecilia Parsberg y yo colaboramos luego en el proyecto Equator, http://this.is/Equator, en donde filósofos, artistas, escritores, artistas y activistas trabajan en diferentes constelaciones. Cecilia Parsberg llama a sus trabajos desde hace tiempo "acciones", y se trata siempre de un diálogo entre el espectador, la imagen y la persona detrás de la imagen. La imagen es vista como una negociación entre el que toma la foto y el que es fotografiado, y la negociación o el acuerdo se convierten entonces en una discusión sobre integridad, sobre el valor de la imagen, sobre nuestro lugar en el mundo y sobre el papel de la imagen en la construcción de la identidad. Activar la imagen y ver entonces como los significados se transforman son conceptos que aparecen con frecuencia en los textos de Parsberg y en sus razonamientos teóricos. Ha tenido una amplia educación filosófica y sus marcos de referencia contienen tanto a psicoanalistas como Luce Irigaray como a teóricos postcoloniales como Gayatri Spivak o Homi H. Bhabha. Las acciones han sido formuladas como concepto durante largas estadías en Londres y Africa del Sur. Una de ellas es un video que muestra el encuentro entre la artista y una mujer sin techo en Cape Town, "To All Queens".
|
En otra ocasión tiró una copia de la Biblia más pequeña del mundo en el agujero más grande excavado por el hombre, la mina de diamantes de Kimberley, el lugar que siempre se va a relacionar con el saqueo que fue la característica del poder colonial blanco y del apartheid. El agujero, 1.7 kimómetros de diámetro, fue excavado por trabajadores negros comisionados por los hermanos Barnato, los traficantes de diamantes más importantes de Londres. Para realizar "THE WORLD'S SMALLEST BIBLE THROWN IN THE BIGGEST MAN_MADE HOLE", Cecilia le pidió a Jabulani, un Rastafari y encuadernador que conoció en Africa del Sur, que hiciera una copia de la minúscula Biblia. Había filmado el original en la iglesia sueca de Stensele, en el norte de Suecia. Luego alquilaron un pequeño avión y lanzaron la Biblia en el agujero. El viaje, que está documentado en un video, es enormemente peligroso cuando ella abre la puerta de la avioneta sobre el inmenso precipicio y se ve a la pequeña Biblia atada a una piedra descendiendo lentamente sobre el hoyo. Es así como Cecilia Parsberg trabaja, haciendo sus obras en los encuentros que tiene con la gente, siendo ella misma parte, sometiéndose a riesgos, a sus propios discursos y a sus consecuencias. "Para algunas personas la libertad es lo no definido", dice Cecilia Parsberg, "y tu libertad es sólo posible si el otro es también libre.". Ella acentúa el valor de la responsabilidad individual. Las acciones están impregnadas de gran integridad personal y de la necesidad de investigar como nos hacemos cargo de las imágenes y cómo se las transmitimos a los otros. Otro de sus trabajos tuvo lugar en Soweto, una villa miseria de siete millones de habitantes en las afueras de Johannesburg. Allí vivió como invitada durante 6 semanas, aprendió a conocer gente y compartió sus condiciones de vida. Allí comenzó su colaboración con el artista Madoda Floyd Mbisi, o Fly, como lo llaman, que se convirtió en su interlocutor y su guía. Juntos exploraron los suburbios miserables alrededor de Johannesburg y tomaron fotos de casas con los seis colores de la nueva bandera de Sudáfrica. Las casas, que son en su mayoría, barracas rudimentarias de lata corrugada, se convirtieron en hermosas y poderosas imágenes que se imprimieron como postales, 3000 series con 6 postales cada una, que han sido vendidas a los turistas entre 2001 y 2004. Cecilia Parsberg dice que ella no podía concebir exponer esas imágenes con su firma en una galería o en un museo, que ella no sentía que eran de su propiedad. Sólo cuando viajó a Sudáfrica nuevamente y "devolvió" las imágenes en forma de postales que iban a venderse en la zona sintió que las imágenes se volvían una parte activa del contexto en donde el diálogo se daba. La acción llamada Vo-ice, http://this.is/vo-ice, es también parte de su colaboración con Fly y ha sido mostrada en galerías y museos en toda Suecia. Madoda Fly Msibi, su partner sudafricano, y Cecilia Parsberg, viajaron a Lesotho para encontrar un diamante. Los diamantes, que son llamados popularmente en Sudáfrica, "ice", hielo, se convirtieron en un juego con la complexidad del idioma y con nuestras valoraciones. En el video que describe su caza del diamante Fly cuenta como el diamante vincula el cielo, la tierra y el mar, como un gigantesco espejo de los misterios del universo y de sus posibilidades. Vo-ice refleja mucho la cosmogonía de Cecilia Parsbergm su manera de acercarse al mundo. Aquí está la discusión sobre el poder, sobre quién es el dueño del discurso, le da valor al arte, lo que es la verdad y la integridad, pero también de la calidez generada en el amor y en las infinitas variaciones en los encuentros. El viaje del diamante a través del hielo y del fuego simbolizan también sus viajes entre relaciones extremas. Se trata todo el tiempo de la confianza, dice Cecilia cuando describe su última acción, que tiene lugar en Rinkeby, un suburbio de Estocolmo. Aquí, en donde inmigrantes de muchos países viven y actúan, ella continúa investigando el poder y sus estructuras espaciales e idiomáticas. Ha viajado mucho, a Vietnam, a Africa del Sur, a Cuba y a Palestina. También ha viajado mucho a sus territorios interiores. Se ha encontrado con muchas personas que se han convertido en sus guías y mentores. En su trabajo artístico ella relata historias no lineales, se mete en zonas prohibidas o tabúes y trabaja con información. Las relaciones de poder en la esfera de la sexualidad han sido un hilo conductor a través de toda la obra artística de Cecilia Parsberg. Esto se ve claramente en una entrevista en video con una bailarina de strip tease, Channa Crystal, que Parsberg y una colega encontraron en Londres. Channa bailaba strip tease para mujeres, algo que jamás había ocurrido en el Soho de Londres. En la entrevista, que es acompañada por un CD con jingles, Channa Crystal comenta su posición con respecto a la sexualidad y al género, su trabajo en el escenario y como manejamos nuestro espacio. El encuentro con Channa Crystal era también parte de una observación que Cecilia Parsberg hizo durante sus dos años de vida en Londres, en donde los jóvenes entre 20 y 25 años no se sentían a gusto con categorías que intentaban encasillarlos en una práctica sexual o en la otra. Estructuras como homosexualidad, bisexualidad o heterosexualidad ya no eran válidas para esos jóvenes que sostenían que solo vivían sus sentimientos y sus atracciones, sin necesidad de ponerles un nombre. El sentimiento de aquí y ahora es claro en la obra de Cecilia Parsberg, a pesar de que se pueden relacionar con razonamientos abstractos o teóricos sus obras siempre surgen del ahora y transmiten al espectador una fuerte sensación de presencia. El arte de Cecilia Parsberg postula preguntas poco confortables, incómodas, es un arte para valientes y no para cobardes. Ana Luisa Valdés
|